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micatarsisparticular rating:
6
Drama A saga centered on a multi-generational family of New York City Police officers. The family's moral codes are tested when Ray Tierney (Edward Norton), investigates a case that reveals an incendiary police corruption scandal involving his own brother-in-law (Colin Farrell). For Ray, the truth is revelatory, a Pandora's Box that threatens to upend not only the Tierney legacy but the entire NYPD.
Language of the review:
  • es
January 18, 2009
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Hay ocasiones en las que el cine despierta cierta sensación de deja vù. Uno realiza el ritual completo. Paga en la taquilla, hace cola en la entrada, palpa buscando a ciegas su butaca, se sienta en la oscuridad y espera. Y cuando empieza la película y pasan unos veinte minutos, comienza a revisar su entrada, se gira buscando el número de la sala y otea a sus compañeros para descubrir algún gesto de extrañeza o un indicio de sublevación. Alguien ha cometido un error. ¿De verdad no se ha equivocado alguien? ¿O tal vez sea cosa mía? Sea lo que sea algo va mal, porque esta película ya la he visto. Seguro. Al cien por cien. ¿Policías corruptos? ¿Abusos de autoridad? ¿Bajos fondos? ¿Conflictos familiares? ¿Decisiones entre la legalidad y el compañerismo? Esto ya nos suena. Es más, lo sabemos al detalle. Conocemos el principio y el final. A los personajes y cómo reaccionarán. Hemos visto esa escena. Y esta. Y aquella. Ese giro lo veía venir. Ese diálogo me lo sé de memoria. Cuestión de Honor, título español tan pretencioso como el original Pride and Glory, no es una mala película. Tiene una construcción notable, unos grandes actores y ciertos atisbos de intentar reconducir el tema a un entorno más dramático. Fracasa al hacerlo, sí, pero no es una mala película. Su mayor lacra es que antes de entrar en la sala, antes de ver el tráiler o incluso antes de saber nada de este proyecto, ya lo hemos visto. No en vano el drama policial sigue estancado en los mismos temas, personajes y giros durante años, variando –y algunos casos ni siquiera esto- simplemente de contexto. Y el hecho de que en la pequeña pantalla haya obras geniales como The Wire o The Shield, hace las comparaciones aún más odiosas. De modo que al fin y al cabo lo que ocurra en esta Cuestión de Honor nos da igual porque conocemos, mucho mejor que Norton, Farrel y Emmerich, cuál será su destino.
micatarsisparticular
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