Hay maridajes que, aparentemente imposibles, están destinados a ser un éxito. El de Kenneth Branagh y los cómics Marvel no debería sorprender si tenemos en cuenta la génesis del personaje, y, sobre todo, a sus creadores. No en vano se le llamó a Stan Lee el Homero del siglo XX. Con su inseparable Jack Kirby, creó un complejo universo entrelazado, complejo, y a la vez comprensible y cercano para sus lectores. Sin duda, una de las fuentes de inspiración de Stan Lee, y especialmente en la creación de su "Thor" en el comic book "Journey into Mistery" fue William Shakespeare, así como las tragedias griegas. Sólo hay que leer los diálogos de aquellos cómics profusamente ilustrados por Kirby para darse cuenta. Y ahí tenemos la conexión entre los genios.

Creo que el propio Jack Kirby estaría orgulloso de la imaginería visual y el extraordinario diseño de producción que despliega Branagh a la hora de afrontar la película. Y Lee sin duda, en su visita al rodaje para realizar su habitual cameo, habrá asentido en señal de acuerdo con el libreto escrito por Ashley Miller, Zack Stentz y Don Payne. Un guión en el que las claves son fluidez, espectacularidad y respeto a la inteligencia del espectador.

Así, pasan volando casi las dos horas de metraje, embobados como estamos ante la espectacular recreación de Asgard y los reinos de Hielo, y cuando nos damos cuenta de los evidentes aciertos de Casting encarnados en un Chris Hemsworth que sabe dotar de físico y el punto justo de humor a su personaje, que se nos apareced más cercano que en el cómic. También ante el encanto de Natalie Portman, que se lo pasa genial en un papel que le permite despresurizarse de anteriores registros; y, cómo no, un magnífico Loki tanto en su calidad como personaje, con las complejidades que debe tener un villano de altura, como en la interpretación de Tom Hiddleston, contenida y siniestra, eficacia interpretativa que se extiende, cada uno a su modo, al resto del reparto.

Sin duda, una muy recomendable cinta que nos compensa del pequeño tropezón que fue "Iron Man 2", y que se configura como un acierto brillante, que ojalá continúe en las siguientes adaptaciones del Universo Marvel, y, muy especialmente, en la complicadísima versión en celuloide de los héroes más poderosos del mundo.