Le dieron el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, era además el primer Oscar del cine español, yo me alegré mucho, pero revisando la cinta bastantes años después parece increíble, cierto es que el nivel de aquel año en el prestigioso premio era bajo, pero así y todo fue más bien un regalo.
Siempre me gustó el cine de Garci, no es que me encante o me fascine pero noto que me agrada más que a la mayoría de la gente. Esta película no puedo decir que esté entre mis preferidas, emociona y conmueve en algunos pasajes y tiene en los momentos que Bódalo aparece en pantalla un autentico recital interpretativo. La escena en que el amigo le confiesa el motivo por el que regresa es de lo mejor que se puede ver en cine, extraordinaria secuencia que para nada envidia al mejor cine americano.
Lo malo de esta cinta es sobre todo su evidente exceso de sensiblería que la hace dulzona hasta el punto de convertirla en indigesta. Para mi ello supone una lacra muy grande en cualquier película, pienso que la interpretación de la pareja protagonista tampoco ayuda demasiado y para acabar de rematarlo hay una escena, la de la conversación telefónica con el rey que me parece grotesca. Y creo que la casa real nada dijo al respecto.
En definitiva una cinta donde el tono sensiblero y pretencioso destaca por encima de lo demás, salvo sobre el increíble Bódalo y sobre el hecho histórico de ser el primer Oscar para España.