"Los Borgia" sería una megaproducción histórica notabilísima, si no fuera por dos factores que la empequeñecen con respecto a "Alatriste" (estrenada simultáneamente y muy criticada).
El primero es su gran previsibilidad, pues se adivina fácilmente qué va a suceder en las próximas escenas (sobre todo por parte de quienes hayan visto muchas películas de mafias, ya que "Los Borgia" serían el equivalente al Padrino vaticano y renacentista).
El segundo - éste aún más grave - es la falta de acierto en la elección de las actrices (al menos en "Alatriste" el único tropiezo imperdonable fue que Blanca Portillo interpretara al inquisidor Bocanegra). ¿Una mulata dando vida a una noble aragonesa? ¿María Valverde en el papel de la, teóricamente, bellísima, pero perversa y envenenadora Lucrecia Borgia? ¡Venga ya, hombre! Por no hablar de una Paz Vega que ha de esforzarse por no descubrir su acento andaluz (para que hablaran luego de Viggo Mortensen...). Y, claro, para rematar la faena cogemos dos actores típicos en las producciones históricas: Ángela Molina y Antonio Dechent (que también sale en "Alatriste")
El gran mérito de "Los Borgia" radica en Lluís Homar como creíble Alejandro VI y toda su red de corrupción, orgías y sangre familiar. Tampoco lo hace mal Sergio Peris-Mencheta como César Borgia, gracias a su temperamento chulesco con el que se va a quedar encasillado, aunque podía haberle dado más todavía al personaje.
Los demás, discretos pero cumplidores