Ni aburrida, ni lenta o ni cine de cartón piedra. Cuenta una historia y la cuenta bien una realidad como la que es, dura, triste, emocionante, sobrecogedora, solo me tranquilizaba pensar "si conocemos esta historia, es porque sobrevivió" ... y menos mal que lo hizo porque gracias a lo que cuenta, a lo que vivió y vio este "hombre", héroe si quieren, muchos nazis fueron condenados.
Se demuestra una vez más que ante una buena historia, un buen guión, un buen argumento, unas buenas actuaciones y una buena dirección, lo que menos importa es el decorado. Vamos, que un buen plato de ricas lentejas o un sencillo bocata de calamares, no le niega la cara a la creación del mejor chef con la mejor presentación. Aquí, lo que importa, es el sabor, el fondo, no la forma ni la presentación

Segunda vez que veo a este actor, Mario Casas, que me caía algo mal, y segunda vez que me sorprende agradablemente (la otra es en "bajo piel de lobo"). A partir de ahora, me lo tomaré en serio, se lo merece