Realmente esta película es una de esas raras joyas de cine casi independiente que tanto admiro y que tiene mucho que enseñarle incluso al cine actual Hollywoodiense en muchos sentidos.

Rodada en la para mí, junto a la de los noventa, la década dorada del cine, los ochenta, donde los efectos puramente visuales conseguidos gracias a golpe de computadora y CGI aún o habían venido a aplastar los buenos guiones, "Pasiones en el norte" o mejor titulada "Gente del norte" según mi DVD, es una película de esas hermosas donde los actores aún actuaban de verdad, y donde un guión estaba bien escrito.
La nueva era digital está tornando en oro todo el cine rodado de los noventa para allá.

"Cualquier tiempo pasado nos parece mejor", en efecto, pues lo era.

Narra la historia de un hombre viudo con una hija que aparece de repente en casa de una mujer sola y desprestigiada que vive sola en la fría estepa americana. Se trata de una película narrada desde el respeto, desde toda base del amor.
Kurt Rusell estaba en su mejor etapa. Alejado de sus habituales roles de detective, matón o policía, su lado más blandito y auténtico se revela aquí junto a la mejor interpretación que te puedes encontrar en el mercado de Kelly McGillis, que por supuesto no es en "Top Gun" con todos mis respetos.

Un hombre y una mujer constituidos en padres de manera involuntaria, se verán atrapados en un mundo que no los comprende pero que no impide que se acepten. Lo que se creía bueno no lo es tanto.
La escritura va comprometiendo más y más, quieres saber cómo les irá, si él acabará lo que había prometido, si las aventuras de la familia de ella tendrán un final o no.

El guión es muy bueno, no he leído la novela a la que pertenece, pero sin duda es un relato hermoso. Puedes ver lo mejor de cada personaje, su dolor y su ira, sus rasgos puramente humanos, lo que respetan y lo que no. La música es ochentera, pero la fotografía es una belleza.
Personajes como Paula o el loco padre del hijo de Colin, apestoso y de una ruindad paupérrima hacen que nunca se olvide al espectador quien es el bueno o el malo.
Es una película ideal para los que quieren ver una historia no ñoña, sino justa. Sentimentalmente hablando me ha parecido perfecta, una de las mejores películas que he visto en mi vida. Una de las pocas que habla del respeto humano. A una profesión, a una familia, a una mujer.