Considero a George Clooney un fabuloso actor, que, tratando quizás de emular a Clint Eastwood, intenta pasar a la historia del cine como un gran director. Si, por el momento, ha dado importantes pasos en ese camino, mantiene una trayectoria irregular aunque con momentos de la gran envergadura de 'Buenas noches, y buena suerte' [2005].

Esta vez, se trata de la realización de una americana comedia negra, apoyada en un guión de los hermanos Coen que se remonta a los 80' y que él adereza, ayudado por Grant Heslov, con una subtrama complementaria, de cosecha propia -basada en un hostigamiento racista contra la familia negra formada por William and Daisy Myers en Levittown, Pennsylvania, 1957- que, desafortunadamente, no añade valor ni a la película ni a su trabajo como director.

Porque aunque esté de moda que el progresismo atribuya todos los actuales males estadounidenses a Donald Trump, ello, además de ser incierto y de contribuir a la injusta expiación colectiva de tal sociedad, adultera la naturaleza de una película desbordante de sociología, al tratar de convertirla en cine político, con un añadido de problemática racial que encajaría también como anillo al dedo si la aplicamos al Gobierno del negro Barack Obama.

Así que, dejando las tentaciones demagógicas del momento -que pronto dará lugar, ya verán, a ingente cine de criminales tocamientos no consentidos- y tratando de analizar el meollo de la obra cinematográfica, no cabe duda de que, sin ser una obra maestra, el film está repleto de un abanico de virtudes que lo convierten en singular, inteligente, irónico, surrealista, reflexivo, delirante, perverso e impecablemente realizado.

A lo que hay que añadir una brillantísima interpretación coral, con una gran Julianne Moore y unos personajes secundarios maravillosos que, como en el caso de Oscar Isaac, en su papel de inspector de seguros, rozan la genialidad.

Junto a una muy buena ambientación de los años 50', una luminosa y colorista fotografía de Robert Elswit, el magnífico trabajo habitual, con la banda sonora, de Alexandre Desplat, y, en general, un gran diseño de producción, con sabor a maestros como Frank Tashlin, David Lynch, Richard Brooks o el mismísimo Alfred Hitchcock.

Película para adultos, interesante, amena, bien contada y donde, como en la vida, todo puede acabar sucediendo [7,5 sobre 10]

El quicio de la mancebía [EQM]
https://elquiciodelamancebia.wordpress.com/2017/12/16/suburbicon-eeuu-2017-de-george-clooney/