Lo lógico y sensato es pensar que Flipped es una película más sobre amoríos de instituto, donde nos encontraremos una de sus muchas variantes.

Que la chica sea el patito feo que luego se convierte en cisne y se hace reina del baile de fin de curso.
Que el chico por el que la protagonista bebe los vientos (capitán del equipo del instituto) sea (como ellos dicen) un capullo integral, le ponga los cuernos con su mejor amiga, solo quiera sexo (o algo por el estilo) y finalmente se de cuenta de que el amor de su vida es ese amigo pringadillo (pero también guapo) de buen corazón que la ha acompañado durante toda la historia.
Que el chico sea un vampiro, que la chica sea una momia o que el chico sea un hombre lobo y la chica una bruja y vivan un amor que desafíe a toda la raza humana.
Que el chico nuevo llegado de un barrio marginal sea tan duro como bondadoso y enamore a la chica pija enfrentándose en un final apoteósico con el pijo que hasta entonces ejercía de novio, que será un cabrón.
Etc. Etc. Etc. (Hay múltiples variantes).

Pero no, esto es Flipped y es mucho más.
Pero no, esto es Flipped y es mucho mejor.
Pero no, esto es Flipped y merece la pena verla.