Creo recordar que la chavala esta se gastó unos 6 mil dolares en contratar a Dermot Mulroney para que fingiera ser su novio en la boda de su hermana (por cierto, nunca había visto esta trama). Con el tipo de cambio actual estaríamos hablando de casi unos 5.500€, para que nos entendamos.

Si mi memoria no me falla tuvo que pagar, además del suyo propio, el billete de avión de su acompañante. Dado que no se iban a quedar a vivir en Londres el billete tendría que ser de ida y vuelta. Por tanto, tirando por lo bajo y suponiendo que van en clase turista, la broma del viaje le saldría a la chavala por unos 7.000€.

Nada más llegar a Londres ve que su vestido no combina bien con la corbata de su acompañante y... se compra otro. No soy muy asiduo a bodas ni me atraen lo más mínimo pero he vivido esos quebraderos de cabeza que tienen las mujeres por el vestido de las putas bodas y lo que se llegan a gastar. A la mongola de esta película, como le sobra el dinero, le da igual 8 que 80 y se compra vestidos a diestro y siniestro. Vamos a poner que se gastó (viendo como se las gasta) unos 2.000€.

Mientras se pasea en limusina por Londres se ve que se puso cachonda por algún motivo y le entraron las ganas de acostarse con el señor Mulroney, para lo cual va al cajero y empieza a sacar billetes y billetes y billetes y más billetes. Venga, que la noche es joven. Aquí yo ya no sé calcular, me perdí viendo como la Debra Messing esta acumulaba fajos de billetes en la boca.

En fin, que la boda de Amy Adams (por cierto, te has lucido amiga) le salió a su hermana por unos... ¿15.000€?. Eso sin contar el regalo. Y viendo que los que están sin un puto duro ya tiran la casa por la ventana en esto de las bodas aquí la prota debió de regalar por lo menos unos 5.000€.

Así que lo que aquí vemos es una película de mierda, sobre una pija que tiene una vida very hard, a la que han hecho mucho daño en su big heart, que lo único que quiere es un gentleman para poder estar crazy in love.