Mala a rabiar. Gracias a Dios no he pagado por ir a verla y me han invitado a un preestreno.
Empezando por el reparto, Zipi y Zape sobreactúan a más no poder, no vocalizan y hay veces que no les llegas a entender del todo, porque parece que están vomitando palabras. Además, Zape tiene más bigote que yo, y tiene ¿once años? Madre mía... parecen sacados de la Cañada Real...
La historia no parece estar mal, una de aventuras sin complicaciones ni ataduras, pero a mitad del metraje el director parece perderse, al igual que el guión, damos un par de vueltas sin sentido hasta que la historia retoma su cauce (por supuesto, previsible desde la propuesta inicial).
Por cierto, ¿para qué quieren cinco niños diamantes? Es que es bastante absurdo, "Los Goonies" los necesitaban para salvar sus queridos hogares, pero ¿esta panda de críos? Absurdez hasta más no poder y un sinsentido impresionante.
El antagonista, patético, incluso parece poner cachondo a su "ayudante", que es el único que se mete en el papel, al igual que el niño gordito, muy graciosa copia de "Gordi" de, ¿ya lo sabéis, no? ¡Los Goonies!
En fin, que este espectáculo dura hora y media y yo a los sesenta minutos me quería tirar por las escaleras. Vaya tortura. Por cierto, ¿desde cuándo en una película para niños se introducen palabrotas en el guión? Muy española, oooouuu yeah...
Y si no tenéis suficiente, os ponen Calii y el Dandy o como narices se escriba como banda sonora.
PENOSA.