Es difícil mantenerse tan arriba y tan fuerte como empezó David Fincher su carrera cinematográfica. Tras su opera prima que fue el encargo de la fallida "Alien III"(1992) La santísima trinidad de este director empezó tres años después con la magistral "Seven" con "The game"(1997) y el espíritu Santo le toco a "El club de la lucha"(1999), A partir de aquí su carrera empezó a tener altos y bajos referente al éxito y calidad.
"The game" es una historia sorprendente, pese a que se sabe desde el principio el desenlace, llena de intriga y curiosidad desde el hasta el final. ¿Quien no se ha puesto en la situación de Michael Douglas en algún momento del film, quien no le gustaría hacerle un regalo así a alguien o quien no ha pensado en lo genial que sería que una empresa así existiera?
La película tiene un ritmo trepidante y el argumento pese a que es demasiado inverosímil por su precisa exactitud no solo no decepciona si que además la hace real en según que momentos. Es decir, estamos ante una obra que desborda imaginación, originalidad y hecha con gran talento.