Ready or not, dirigida por Tyler Gillett y Matt Bettinelli-Olpin es una "Noche de las Bestias" en su primera versión, es decir, en una gran casa donde una boda acaba convirtiéndose en una masacre. El nuevo miembro de una familia adinerada y sumamente tradicionalista ha de sacar una carta y jugar. Pero una de esas cartas es "el escondite". Es decir, la novia ha de sobrevivir hasta el amanecer sin que la encuentren. Porque de hacerlo la matarán o, de lo contrario, toda la familia morirá. Verdad o mentira, no dudarán en ir a por ella con todo.

Samara Weaving carga a sus espaldas con una comedia negra que divierte por su originalidad de concepto, aunque ya digo que no es la primera del estilo que vemos. Aún así, el espectador se lo pasa bien con la visceralidad de algunas secuencias en las que sus realizadores se recrean. Carcajada a medio camino entre el pavor de la imagen y el surrealismo de un guion que acaba patinando en su final, como si tuviera prisa en hacerlo o se abandonara a la más pura fantasía.

En definitiva, NOCHE DE BODAS es un divertimento para aquellos a los que les gusten los thrillers persecutorios a medio camino entre la tensión y la comedia más negra. Tiene puntazos interesantes y el espectador se divertirá, pero no acaba de ser una película que retendremos demasiado en la retina. Eso sí, Samara Weaving está brillante en su papel. Echadle un vistazo.