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Alexei rating:
8
6.3
705
Drama
Chechen Republic, present day. Russian troop positions. Alexandra Nikolaevna is a grandmother who has come to see her grandson, one of the best officers in his unit. She will spend a few days here, and will discover a new world. In this male world there are no women, no warmth or comfort. Daily life is meagre, people are shy of their feelings here. Or maybe there simply isn't time or energy for feelings. Every day and every hour ... [+]
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- es
August 10, 2008
6 of 7 users found this review helpful
Miércoles 7 de noviembre de 2007.
11:15 a.m.-Aleksandra (Teatro Lope de Vega, pase de prensa): Aleksandra se erige como un film extraño; un film aparentemente sencillo, y a la vez tremendamente ambicioso. Existe una cierta contradicción entre crear algo sencillo y complejo a un mismo tiempo; sencillo en las formas: una puesta en escena maravillosamente clara, limpia y directa; y complejo en el entramado emocional y temático: una historia con un calado hondo, plagada de reflexiones; he aquí la ambición.
La soprano y a ratos actriz Galina Vishniévskaya, viuda del recientemente fallecido y legendario músico Rostropóvich, interpreta a una abuela que va a visitar a su nieto a una base militar rusa en Chechenia. Tras esta humilde premisa, y con el espanto de la guerra como música de fondo, se suceden una serie de acontecimientos que nos descubren, primero, una personalidad única, sólida y fuerte; y segundo, el tópico de las miserias generadas por un conflicto bélico, desnudas como piedras; todo eso tomando como base el día a día de esa anciana y su deambular por la cotidianidad de la base: su nieto le enseña su arma, le enseña los tanques; conoce a los oficiales; conoce a las abuelas chechenas que se hayan viviendo en infraestructuras calamitosas, etc…
La iluminación, de tonos arena y tabaco, insufla a la película un hálito de melancolía y nostalgia que vemos, como en un espejo, en el rostro de Aleksandra: la soledad, el sufrimiento, el tiempo pasado, las cosas muertas, el endurecimiento del espíritu…
Ese enfant terrible del cine ruso que es Alexander Sokurov nos da aquí una muestra inexcusable de talento y sutilidad al narrar esta enternecedora historia que tiene sus mejores bazas en las escenas de Aleksandra y su nieto.
16:00 p.m.- Iszka Utazása (Iska’s Journey): Dura película húngara de Csaba Bollóck, tan conocido aquí como la hambruna. Cuenta la historia de una chica que se dedica a recoger y vender basura en la antigua transilvania húngara, hoy Rumanía.
Llevando a cabo una suerte de realismo poético, el director recoge en este inteligente y conmovedor film los pedazos de una vida hecha trizas, la vida de Iszka (vida real, puesto que la chica se interpreta a sí misma y a sus propias vivencias), una niña en ciernes de convertirse en adolescente que se ha visto abocada a un mundo desolado y hostil en el que debe sobrevivir.
No se trata de un film de denuncia al uso, ni siquiera creo que se trate de un film de denuncia, sino de un recorrido atroz por los tempranos días de Iszka, que la llevan de un vertedero anónimo en medio de la nada a las garras de una mafia de prostitución (esta última parte ficticia); pero de una manera tan poco evidente, sin señalar ni inventar soluciones, con una mirada entre lo turbada y lo implacable.
Sobre todo, la película cuenta con unas actuaciones potentes, donde los actores principales no son profesionales.
(Sigue en spoiler por falta de espacio).
11:15 a.m.-Aleksandra (Teatro Lope de Vega, pase de prensa): Aleksandra se erige como un film extraño; un film aparentemente sencillo, y a la vez tremendamente ambicioso. Existe una cierta contradicción entre crear algo sencillo y complejo a un mismo tiempo; sencillo en las formas: una puesta en escena maravillosamente clara, limpia y directa; y complejo en el entramado emocional y temático: una historia con un calado hondo, plagada de reflexiones; he aquí la ambición.
La soprano y a ratos actriz Galina Vishniévskaya, viuda del recientemente fallecido y legendario músico Rostropóvich, interpreta a una abuela que va a visitar a su nieto a una base militar rusa en Chechenia. Tras esta humilde premisa, y con el espanto de la guerra como música de fondo, se suceden una serie de acontecimientos que nos descubren, primero, una personalidad única, sólida y fuerte; y segundo, el tópico de las miserias generadas por un conflicto bélico, desnudas como piedras; todo eso tomando como base el día a día de esa anciana y su deambular por la cotidianidad de la base: su nieto le enseña su arma, le enseña los tanques; conoce a los oficiales; conoce a las abuelas chechenas que se hayan viviendo en infraestructuras calamitosas, etc…
La iluminación, de tonos arena y tabaco, insufla a la película un hálito de melancolía y nostalgia que vemos, como en un espejo, en el rostro de Aleksandra: la soledad, el sufrimiento, el tiempo pasado, las cosas muertas, el endurecimiento del espíritu…
Ese enfant terrible del cine ruso que es Alexander Sokurov nos da aquí una muestra inexcusable de talento y sutilidad al narrar esta enternecedora historia que tiene sus mejores bazas en las escenas de Aleksandra y su nieto.
16:00 p.m.- Iszka Utazása (Iska’s Journey): Dura película húngara de Csaba Bollóck, tan conocido aquí como la hambruna. Cuenta la historia de una chica que se dedica a recoger y vender basura en la antigua transilvania húngara, hoy Rumanía.
Llevando a cabo una suerte de realismo poético, el director recoge en este inteligente y conmovedor film los pedazos de una vida hecha trizas, la vida de Iszka (vida real, puesto que la chica se interpreta a sí misma y a sus propias vivencias), una niña en ciernes de convertirse en adolescente que se ha visto abocada a un mundo desolado y hostil en el que debe sobrevivir.
No se trata de un film de denuncia al uso, ni siquiera creo que se trate de un film de denuncia, sino de un recorrido atroz por los tempranos días de Iszka, que la llevan de un vertedero anónimo en medio de la nada a las garras de una mafia de prostitución (esta última parte ficticia); pero de una manera tan poco evidente, sin señalar ni inventar soluciones, con una mirada entre lo turbada y lo implacable.
Sobre todo, la película cuenta con unas actuaciones potentes, donde los actores principales no son profesionales.
(Sigue en spoiler por falta de espacio).
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Finalizada la proyección, tuve la suerte de intercambiar unas palabras con el director (Gran Premio en la Hungarian Film Week por Iszka Utazása) y con su mujer, productora del film y con un pequeño papel dentro del mismo. Aparte de algunas anécdotas sobre el rodaje, quedó clara la siniestra actitud de las distribuidoras, negadas en redondo a dar pie a que este tipo de cine tenga un hueco más holgado dentro de la industria europea y dentro de la red de difusión cinematográfica; todo ello, al parecer, por la presencia de un final amargo que no deja esperanza alguna.
18:30 p.m.-Jean–Pierre Melville, Portrait en Neuf Poses (Jean–Pierre Melville, Retrato en Nueve Posturas): Documental sobre Melville, gran maestro del polar francés, a cargo del célebre André Sylvain Labarthe. Este documental está englobado dentro de la ambiciosa serie de documentales conocida como “Cinéma, de Notre Temps”, producida por la cadena franco–alemana ARTE, donde el nexo común de todos ellos consiste en que un célebre director o figura representativa realice un esbozo sobre la personalidad y obra de otro célebre director (ej.: “Jean Renoir le Patron, la Direction d’Acteur”, realizado por Jacques Rivette). En el festival, claro, únicamente se proyectaron los documentales sobre directores europeos.
Este en cuestión fue el primero que vi y me gustó de una manera especial; admirar el proceso de creación de un gran artista como Melville, su visión del cine, el original planteamiento de Labarthe, el inevitable vouyerismo de acercarse a la intimidad intelectual de un creador de tal calibre…
En definitiva, fresco, original, desinhibido y ágil acercamiento a la obra y figura de este gran autor.
21:30 p.m.- Boldog Új Elet (Happy New Life): Bajo el sugerente título de esta película se esconde una auténtica factoría de bostezos.
Película húngara dirigida y escrita por Árpád Bogdán, quién, basándose en un hecho real interesante acaecido en Hungría, rinde un claro homenaje al placer de dormir en el cine.
Tenía sueño y estaba cansado, era la cuarta proyección del día, pero algún dios acerbo hizo que no pudiera conciliar el sueño y que tuviera que tragarme ese pestiño infumable que, entre la incoherencia de las imágenes, la pésima calidad de la misma (se proyectó en Betacam) y la indiferencia general que causaba su visionado hizo que los 81 minutos que duraba se me hicieran muy largos… y pensar que me perdí la nueva versión restaurada de L'Avventura de Antonioni por ver aquella cosa…
Jornada intensiva, estimulante y gratificante a partes iguales, después de todo.
18:30 p.m.-Jean–Pierre Melville, Portrait en Neuf Poses (Jean–Pierre Melville, Retrato en Nueve Posturas): Documental sobre Melville, gran maestro del polar francés, a cargo del célebre André Sylvain Labarthe. Este documental está englobado dentro de la ambiciosa serie de documentales conocida como “Cinéma, de Notre Temps”, producida por la cadena franco–alemana ARTE, donde el nexo común de todos ellos consiste en que un célebre director o figura representativa realice un esbozo sobre la personalidad y obra de otro célebre director (ej.: “Jean Renoir le Patron, la Direction d’Acteur”, realizado por Jacques Rivette). En el festival, claro, únicamente se proyectaron los documentales sobre directores europeos.
Este en cuestión fue el primero que vi y me gustó de una manera especial; admirar el proceso de creación de un gran artista como Melville, su visión del cine, el original planteamiento de Labarthe, el inevitable vouyerismo de acercarse a la intimidad intelectual de un creador de tal calibre…
En definitiva, fresco, original, desinhibido y ágil acercamiento a la obra y figura de este gran autor.
21:30 p.m.- Boldog Új Elet (Happy New Life): Bajo el sugerente título de esta película se esconde una auténtica factoría de bostezos.
Película húngara dirigida y escrita por Árpád Bogdán, quién, basándose en un hecho real interesante acaecido en Hungría, rinde un claro homenaje al placer de dormir en el cine.
Tenía sueño y estaba cansado, era la cuarta proyección del día, pero algún dios acerbo hizo que no pudiera conciliar el sueño y que tuviera que tragarme ese pestiño infumable que, entre la incoherencia de las imágenes, la pésima calidad de la misma (se proyectó en Betacam) y la indiferencia general que causaba su visionado hizo que los 81 minutos que duraba se me hicieran muy largos… y pensar que me perdí la nueva versión restaurada de L'Avventura de Antonioni por ver aquella cosa…
Jornada intensiva, estimulante y gratificante a partes iguales, después de todo.