Puro Gintama, un film desde su comienzo para los amantes del empedernido salvador sin trabajo de cabellos plateados, con ese aire lleno de grandiosidad y mediocridad que siempre rodea a esta animación, donde se puede ver una gran historia, con excelentes luchas, llenas de dramatismo sensiblero, cargadas de amistad y de esperanza, en un guion inteligente y bien aprovechado donde hay cabida para todos, pero interrumpidas, iniciadas o acabadas con la argucia de lo cómico, la satirización e incluso el desprecio al propio espectador, dejando al mismo con esa mueca entre el placer y el asombro.

Genio y figura, pero en este caso es papel y rotulador, segundo film, que no decepciona a los fans, y seguramente para los que no lo conozcan, acabaran decepcionados aunque incluso tiene sus momentos y es capaz de crear escuela. Veremos, el futuro de Gintama es tan incierto como Chiquito de la Calzada interpretando a Don Quijote en el Liceo.