Hay gente que se empeña en hablar maravillas de lo de antes, simplemente por que si, sin apenas argumentos. Ojo, me encanta cuando me hablan del pasado y me exponen curiosidades o anécdotas que enriquecen los tiempos de antaño.

Con el cine clásico me ocurre lo mismo. Soy un apasionado de el, pero no me trago todo como la joya del séptimo arte, sin en realidad no lo merece.

Yo amé a un asesino me parece una peli muy floja del género, con un guión bastante simplón y estúpido. Desde la llegada del tipo a la piscina, vaya plan para esconderse de la justicia. Pasando por una relación forzada y ridícula con la chica, no hay Dios que se crea esa historia de amor a dicha velocidad. Y mucho menos como transcurre todo en casa de la familia retenida, para mear y no echar gota.

Si a esto le sumamos unas actuaciones muy sobreactuadas, nos da un resultado para olvidar. La más que me ha gustado ha sido la madre del ladrón, que pena que solo estuviese unos minutos en pantalla.

En resumen, un vividor sale con su mejor amigo a dar un palo, la cosa se complica y termina disparando a un policía, en su huida acude a una piscina pública donde se acerca a una chica para que lo conduzca a su casa, plan que tiene en mente para que se enfríe el asunto y poder huir. Todo se vuelve aburrido, sin tensión, ni emoción ninguna, contaba los minutos para que acabara y eso que sólo dura 77 minutos.

Sinceramente, no pierdan el tiempo.