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Spain Spain · Madrid
Fendor rating:
3
Horror. Thriller The movie is set in a forest called Aokigahara, a real-life place in Japan where people go to end their lives, where a young American woman comes in search of her twin sister who has mysteriously disappeared — only to be confronted by the angry souls of the dead who have perished in the forest.
Language of the review:
  • es
July 15, 2016
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En el bosque de Aokigahara, durante la época feudal japonesa, las familias sin recursos solían abandonar a los niños y sobre todo a los ancianos, al pie de la montaña, en lo que se conoce como el ubasute. Las dos películas llamadas La balada de Narayama (una remake de la otra) mostraban este crudo y primitivo aspecto de la Historia de Japón y reflejaban así cómo la moral y el sacrificio del hombre varían según la persona. El bosque de Aokigahara, por otra parte, también ha desarrollado, a lo largo de los siglos, una intrahistoria de espíritus, misticismo y mitología que a día de hoy sigue viva por la cantidad de personas que se adentran en el mismo para suicidarse.

El bosque de los suicidios, la película protagonizada por Natalie Dormer, se adentra en este bosque bajo esta premisa y la convierte en algo rutinario y aburrido, tristemente (por lo que podría haber ofrecido). La cinta no cuenta con la atmósfera adecuada, pero es que ni la busca, desde que empieza. Los guionistas y el director deciden tirar por la calle de en medio desde el principio y pasarse su propia lógica por el forro al final. No sólo por no explorar y explotar el bosque como auténtico protagonista de este drama de terror, sino porque basa la premisa del argumento -y la tozudez y cerrazón de la protagonista- en que Natalie Dormer siente a su gemela y, aunque todo el mundo le informa de que si ha ido a ese bosque y no ha salido de él es porque se ha suicidado, ella sabe que no, que para eso son gemelas. La hermana no es japonesa, por lo que el suicidio no formaría parte de su cultura (y si es que sí, no tiene la costumbre de ir al bosque a hacerlo): ¿por qué ninguna patrulla policial inicia una búsqueda con seriedad? Bueno, lo aceptamos como lógica interna del guion; pero aun así, es de suponer, entonces, que el sentimiento entre gemelos es recíproco y el otro también te siente a ti y sabe si has tenido sexo o si has muerto o no, por ejemplo.

Porque la duda está ahí, claro. Si es verdad que su hermana ha ido al bosque y se ha salido del camino, es porque se quiere suicidar, sino no iría y se quedaría tantos días (volvemos a lo mismo). Es eso o han sido otros los que la han llevado; luego la película te mezcla dos géneros, uno de terror y otro de misterio, y lo triste es que ninguno de los dos funciona. No todo vale para darnos miedo, ni añadir escenas con alguna vieja decrépita con ganas de un abrazo, ni una niña o un cadáver abriendo mucho la boca. Menos vale -esta falta de esfuerzo o interés- si ya antes de adentrarnos en el bosque se aparecen los fantasmas, o si se pretenden provocar algunos sustos sin sentido, ni motivo justificado, ni criterio, como ocurre aquí, en El bosque de los suicidios. Es que es lamentable, la verdad. Lamentable porque uno espera que de una fuente tan enigmática, terrible y oscura como es la leyenda y la realidad que hay detrás de este bosque, se podría haber realizado algo mucho mejor, pero incluso también un poquito mejor (no sería tan difícil).

En fin, cuenta otra leyenda que el equipo de rodaje no grabó las escenas en el bosque Aokigahara porque ellos de verdad tuvieron miedo de entrar en él. Lo malo es que ese miedo nunca traspasó el poder de la pantalla, aunque se pretenda con grandilocuencia, mientras los intérpretes recitan frases con un tono de enorme profundidad para decir cosas tan obvias como que hace frío u oscurece antes en invierno.
Fendor
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