El magnífico inicio hace albergar más expectativas de las que realmente se ven cumplidas al finalizar la película.
El resto se deja ver gracias a un sentido del humor bastante mordaz, pero en todo momento huele a diario de adolescente femenina, incluso la voz en off que, en teoría, debería pertenecer a uno de los chicos ya más crecido. No sé vosotros, chicos, pero yo a esa edad, y todos los tíos que conozco, jamás hemos hablado así. Parecen ser, más bien, lo que las mujeres sueñan en su juventud que son los adolescentes, es decir, enamoradizos a más no poder. La cruda realidad es que los adolescentes son unos salidos, casi sin excepción.

Gran trabajo de James Woods.

Sobran, o al menos creo que deberían haberse tratado de otra manera, el final, el baile y algunas moderneces innecesarias chocantes con el estilo predominante.

En general, una crítica social (invita a la reflexión sobre esas familias tan estrictas y sobre la adolescencia actual) moderadamente interesante, con muchas de las virtudes, y también muchos de los defectos, del cine independiente.