Hacía tiempo que no veía una película que me pareciera al mismo tiempo buena y que no me gustara. La clave es ese desenlace que no puedo revelar (SPOILER). En todo caso diré que hay por un lado una especie de moraleja y por otro, un juego de ingenio realmente brillante, que al final son aplastados ambos por una doctora Margaret Ford (Lindsay Crouse, cuya actuación es bastante pobre) que te llega a resultar aborrecible. Aún así, robos, engaños y timos componen esta impensable "Casa de juegos".

A veces teatral, otras con aire de telefilme a esta película le vendría bien un remake con más presupuesto y ya que estamos, una protagonista mejor y otro desenlace, claro está. Igualmente se podrían mejor algunas secuencias que hacen que a veces resulte algo previsible. En cambió habría que dejar el guión tal cual pero ahondando más en el personaje de Margaret, cuya salud mental se insinúa que no es la idónea pero que no se aclara. Con todo, es una película inteligente y muy sorprendente.