La década de los 90 fue particularmente funesta para el antiguo país balcánico pese, al menos en lo deportivo, empezar casi de modo inmejorable: con la propia selección nacional, campeonato del mundo (1990) y de Europa (1991) en baloncesto, con la mítica Jugoplástica de Split, tres veces campeona de la ahora Euroliga (1989,1990 y 1991) o con el Estrella Roja de Belgrado, campeón de la Copa de Europa de Fútbol en 1991. Sin embargo, la Guerra de Yugoslavia (1991-1995, aunque el conflicto siguió de alguna forma hasta algunos años más tarde) destrozó el país a la vez que conmocionó al mundo, incluido yo mismo, que había dado por finiquitados los conflictos bélicos, al menos en Europa.

Sea como fuere, tiene todo un aura de dramatismo del que esperas que emerja una obra maestra que nos muestre este horror. Este no es el caso de "Underground", película tan penosa, llena de paridas, grotesca y patética, que no vale la pena ni comentar en serio. Además de ser completamente inverosímil, histriónica, propagandística (¿Todo el país unido contra el invasor? ¿Fascistas por todos lados? ¿Sólo los comunistas se oponían a los nazis?) y falta de gracia, se hace pesada por su largo metraje y su reiterativa música. Por si fuera poco, los personajes te repelen, salvo el de Natalia (Mirjana Jokovic), que la verdad es simpática. Admito que al final mejora un poco pero ya es tarde para contarme algo que no cause fastidio. Decepcionante, Yugoslavia merecía un homenaje mejor que éste.