Hay que reconocer que la que fue la última película de los hermanos Marx con la Paramount está terriblemente sobrevalorada, empezando por uno mismo, que la había colocado en un pedestal del séptimo arte en general y la comedia en particular. Mi excusa es que hace muchos años que la vi por primera y única vez pero una revisión moderna le sienta como un tiro, cosa que no sucede con otros de sus clásicos como "Una noche en la Ópera" (1935), que no hace mucho comprobé. Vista la decepción de "Sopa de Ganso" va a quedar como su mejor trabajo "Un día en las carreras" (1937), que siempre me ha parecido divertidísima, si es que en la próxima reválida, que será muy pronto, no fracasa, que no creo.

La presente película es más loca y surrealista que ninguna, pero también falta de argumento, precipitada y atropellada en su sucesión eterna de gags algo simples, diálogos, por no decir verborrera, poco trabajados, y situaciones excesivamente absurdas. La verdad es que están un poco verdes, o es que la libertad creativa de la que disfrutaban entonces se les fue de las manos. Luego cuando los productores se les echaron al cuello la cosa funcionó bastante mejor, para que luego digan. La prueba de que es floja es que en su momento no tuvo ningún éxito ni por parte del público ni de la crítica. Al menos tiene, entre tanto chiste aburrido, algunos graciosos, dos o tres frases memorables y una recta final apoteósica.