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Reaccionario rating:
4
Drama. Romance Cary Scott (Jane Wyman) is a well-to-do widow gradually re-entering a social life amongst her mostly dull country club peers. Her only apparent enjoyment in life comes from weekend visits from her college-age children. Cary then meets a handsome younger man, Ron (Rock Hudson), who owns a small landscaping business. Ron is a follower of Henry David Thoreau's Walden, and "hears a different drummer", enjoying a life focused on nature; he ... [+]
Language of the review:
  • es
September 22, 2014
4 of 11 users found this review helpful
Melodrama ligeramente rosado de Douglas Sirk que al mismo tiempo que nos sirve una poco convencional historia de amor, nos critica las costumbres sociales de los año 50, especialmente en los círculos más adinerados. Al parecer el argumento nace de un cuento de Edna L. Lee, lo que delata la simplicidad del mismo. Pese a todo, el intento hace aguas porque se muestra unidimensional, maniqueo, estereotipado y escasamente creíble, que es realmente en lo que falla "Sólo el cielo lo sabe". Jane Wyman y Rock Hudson, mejor la primera que el segundo, repiten tras "Obsesión" (1954) pero de sus personajes sólo diré que ella está un poco tontaina, pues no lo regalan una televisión, lo cual era casi un lujo a mediados de los año 50, y no la quiere, habrase visto; y que a él no le importa el dinero, pero bien que se arrima a la que lo maneja.

Lleguemos por fin al meollo de la cuestión. A mí que uno sea pobre y la otra rica me molesta bastante pero lo podría aceptar. Sin embargo me preocupa más que no me expliquen por qué este buen mozo y mujeriego se enamora sin fisuras precisamente de una viuda que le saca unos cuantos años. Y sobre todo, cuando de soslayo me indican que SOLO te puedes enamorar de un "bohemio" si eres una mujer con pasta, y al revés en el caso del varón que no tiene dólares. Lo que da miedo no es que te critiquen sino descubrir que este galán tan entregado desde la primera vez que la ve, la esté engañando. Alguno dice que, pese a la insistencia con la que nos bombardean con relaciones en la que ella es de clase alta y él de la ínfima, las clases sociales se mantienen. Pues gracias a Dios. ¿Acaso el amor sólo se da entre un mendigo y la hija de un millonario?
Reaccionario
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