Estoy indignado...
W. Shakespeare debería constar en los maravillosos y originales créditos del maestro Saul Bass como guionista de la historia.
Ciertamente, el genio de Stratford-upon-Avon debería constar en los créditos de todas las obras fílmicas y audiovisuales editadas y publicadas desde que se creó el lenguaje cinematográfico. Bueno salvo las de videoarte y las de Almodóvar...;-)

La historia, efectivamente, sin ser más original que la enésima adaptación en clave de musical del clàsico, sí que tiene algo que la hace universal. Que los personajes sean tan carismáticamente arquetipos. Que los números sean tan arriesgados como excelentemente coreografiados. Que el technicolor luzca como nunca...

María, María, María, María....