Para empezar, sobra decir que la película es entretenida. Pero hay que aclarar que no por ésto le voy a endosar un 9 ni mucho menos un 10, porque hace aguas por muchas partes.
Nada que ver con el original de 1982, así que tiene muy poco de remake. Pero como aventura es eso: entretenida.
Respecto a los personajes, es aquí donde más pierde. Conan Momoa abusa para mi gusto de esos movimientos con la espada propios de una majorette (y más aún, va todo el rato vestido con una falda). Y peca también la niña mala, esa que es una mezcla de Eduardo Manostijeras y Pepe Viyuela (al verla me entenderán).
Por lo demás, se deja ver, aunque supongo que será más que olvidable pero servirá para pasar el rato.