... y es que en esta ocasión son varias cosas las que fallan. Pero para analizar los errores, deberíamos hacernos primero la pregunta: ¿Era necesaria esta película? Porque la necesidad de subirse al carro está más que decantada, pero al menos hay que hacerlo mínimamente bien. Y estos "Cuatro Fantásticos" están hechos con prisas y de forma penosa. El primer tercio de la película nos muestra el origen del grupo, las cadencias y los compases que acompañaron al binomio principal desde la escuela y el garaje familiar hasta una feria de ciencias local en donde se les suman los otros acompañantes varios años después. Y toda esta presentación actoral se nos muestra de manera plana e insulsa. Falta sal, aunque tal vez consiga que el espectador no pierda el hilo y muestre un mínimo interés ante lo que está pasando.

De ahí al segundo acto: la ida y venida a esa dimensión y la transformación de los personajes, la captación de los nuevos poderes y el tratamiento gubernamental ante esta banda de bienhechores cuasi adolescentes que aún no tienen las ideas claras. Aquí es donde los personajes muestran verdaderamente sus carencias, la escasez de recursos en cuanto a los personajes y los penosos e ínfimos efectos especiales, para nada dignos de una película de esta categoría.

Y, por último, y no menos ofensivo, el último acto: la aparición de un antagonista que se hace rogar y de un clímax absurdo e innecesario (como toda la película, en resumen), en donde yo veo quizá lo único aprovechable aunque sus motivaciones queden soslayadas por la prisa de llegar a un combate final que pasa de puntillas y nos deja indiferentes. Básicamente, un transcurso que se hace bastante largo para el poco más de hora y media que dura la historia en su totalidad.

En resumen, unos "Cuatro Fantásticos" muy prescindibles y olvidables, de los que espero no tener constancia de una segunda parte que sería la renovación de un fracaso anunciado.