Recientemente llegaba a la gran pantalla la última película de la saga James Bond, Skyfall, coincidiendo con el 50 aniversario de la franquicia. Se trata de un Bond diferente que confirma y define si cabe aún más la nueva dirección que el personaje tomó con la entrada en escena de Daniel Craig en "Casino Royale". Lo que significa que los adeptos a este nuevo Bond se sentirán satisfechos y su héroe concluirá esta especie de camino hacia el conocimiento de sí mismo que empezó dos películas atrás. En cambio, los detractores de este nuevo Bond que no ofrece del todo un puro espectáculo de acción, adrenalina y mujeres, se sentirán incluso más decepcionados con esta cinta que con sus predecesoras (creo que esto explica perfectamente el porqué por ejemplo de críticas con notas tan opuestas en páginas de cine cómo ésta). De la mano del director Sam Mendes, que de hecho saltó a la fama por una película que trataba el áspero tema de la crisis de la mediana edad en un hombre, "American Beauty", nos llega un Bond que aún nos deja ver más el lado humano y amargo del agente al servicio del gobierno británico...

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