Click here to copy URL
Poland Poland · Terrassa
Taylor rating:
9
Western Congressman Ransom Stoddard (James Stewart) returns with his wife Hallie (Vera Miles) to the tiny town of Shinbone to bury an old friend, Tom Doniphon (John Wayne), and tells reporters the truth about how he came to be known as 'the man who shot Liberty Valance.' Many years before, as a dishwasher and aspiring lawyer, Ransom had encouraged Shinbone to stand up against the highwayman Valance (Lee Marvin), a thug who also enforced the ... [+]
Language of the review:
  • es
November 11, 2009
48 of 51 users found this review helpful
Hace unos meses hice llegar a varios usuarios de esta misma página una singular encuesta. Mi propósito consistía en recurrir al reputado criterio de esos cyberamiguetes cinéfilos para determinar cuál podría ser la película más emblemática de la historia del cine yankee.

50 fueron las candidaturas propuestas pero, obviamente, sólo una podía salir victoriosa. Y sí, como podéis suponer, la gran triunfadora fue “El hombre que mató a Liberty Valance”.

No fue hasta ayer, sin embargo, cuando me propuse revisarla por primera vez. Mis vagos recuerdos adolescentes pedían a gritos constatar si, tal como habían determinado mis colegas, la peli de Ford merecía ese distinguidísimo y mitológico privilegio, o no. Pues bien, una vez revisada con toda la objetividad habida y por haber quisiera proclamar a bombo y platillo que “El hombre que mató a Liberty Valance” merece semejante honor y más.

Me gustaría incidir, por consiguiente, en el aspecto simbólico, icónico o totémico de la peli de Ford porque creo que ése es, al margen de su irreprochable factura, su valor esencial. Un valor que reside en su propia trascendencia cinematográfica y que constata como, paradójicamente, una peli capaz de derribar de un plumazo casi todos los cánones del género es, a su vez, capaz de convertirse en una obra mítica y, por ende, paradigmática. Lo más curioso, además, es que fuera precisamente Ford el que -como dijo Bloomsday- zanjara ese western clásico que él mismo contribuyó a edificar y que sentara, por si fuera poco, las bases de ese espíritu crepuscular o expresionista tan característico en los films de Peckinpah o Leone.

En fin, disculpadme por ponerme demasiado trascendental y por no comentar nada sobre aspectos tan interesantes como ese jugoso triángulo amoroso entre Tom, Hallie y Ransom, como ese romántico debate entre leyenda y realidad ("en el Oeste, cuando la leyenda supera a la verdad, publicamos la leyenda") o como esa eterna pugna entre la ley escrita y la ley del más fuerte, pero es que eso ya lo han hecho otros y muy bien, por cierto. Pero, además, qué coño, cuando un western como “El hombre que mató a Liberty Valance” va más allá de su propio género habrá que decirlo alto y claro ¿no?. Pues eso.
Taylor
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow