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Poland Poland · Terrassa
Taylor rating:
5
Horror. Thriller. Action Two 75 minute horror movies written by Quentin Tarantino & Robert Rodriguez put together as a two film features. Including fake movie trailers in between both movies. Grindhouse – noun – A downtown movie theater - in disrepair since its glory days as a movie palace of the '30s and '40s - known for "grinding out" non-stop double-bill programs of B-movies. From groundbreaking directors Quentin Tarantino and Robert Rodriguez comes the ... [+]
Language of the review:
  • es
July 28, 2009
21 of 26 users found this review helpful
Con “Death Proof” me ocurrió algo muy curioso. Y es que la peli de Tarantino me hizo recordar, mira por donde, la gran cantidad de partidos que el Real Madrid -a lo largo de su historia- ha ganado o empatado ‘in extremis’. De puto milagro, vaya. Lamentables y peripatéticos encuentros desatascados por obra y gracia de la consabida y tradicional connivencia arbitral (goles en fuera de juego, expulsiones rigurosísimas, penaltis injustos,...) o, más raramente, gracias a alguna que otra jugada de pura y genuina potra galáctica. Pues bien, esa misma sensación me produjo ayer noche la visión de “Death Proof”. Una peli que intenta homenajear las cutricasposillas ‘blaxploitation’ que tanto fascinaron a tito Quentin en sus años mozos pero que no deja de ser, en definitiva, una burda y zafia caricatura repleta de insulsa verborrea y tacos a tutiplén absolutamente impropia del creador de peliculones como “Jackie Brown”, “Pulp Fiction” o los dos volúmenes de “Kill Bill”. Y ahí quería llegar. Porque si bien en el mundillo futbolístico un equipo con nombre (pongamos el Madriz) puede ganar partidos jugando mal, en el mundillo del celuloide si la cagas, estás muerto. Y si no que se lo pregunten a tito Quentin con la que le ha caído tras perpetrar este bodriete. Una película que no cuenta nada (pero nada de nada) y que, por si fuera poco, manifiesta clamorosos indicios de arrogancia, decrepitud y vergonzante autobombo (y, si no, fijaos en el ringtone de “Kill Bill” en el móvil de una de las chicas. Sin comentarios). Quiero que conste en acta, sin embargo, que no la cateo porque su estética setentera mola bastante, porque la persecución a lo “Bullitt” es cojonuda y porque mi crédito con Tarantino, a pesar de los pesares, aún no se ha agotado del todo. Supongo que todo se debe a que el sello Tarantino pesa lo suyo. Tanto o más -en algunos ‘críticos’ como yo- que el mismísimo escudo del Real Madrid para algunos colegiados promerengones ¿Que hay que pitarle un penalty favorable a tito Quentin aunque sea merced a un ‘piscinazo’ de escándalo como éste? Pues nada, se le pita y punto. Eso sí, que sea la última vez, Quentin. Porque si la próxima es como ésta... roja directa y a la calle. ¿Estamos?
Taylor
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