Una vez más, coincido con mi amigo Carlos Boyero: El cuento de los cuentos es aburrida, desconcertante, desatinada y excesivamente larga. Aparte de eso, ninguna de las tres historias despertó mi interés. De hecho, se me antojó cada una más estúpida que la anterior. La reina que sólo puede concebir si come el corazón de un monstruo marino, el reyezuelo enamorado de una pulga gigante, y que entrega su hija a un ogro, el rey enamorado de una voz de... ochenta años... Además, los actores están fatales, desde la Hayek a Cassel pasando por Jones. Poca cosa se puede hacer con ese libreto. Al terminar la velada, quedan algunas imágenes impactantes y esperpénticas, y por supuesto la magnífica partitura del maestro Alexandre Desplat, sin duda lo mejor de la función. Mateo Garrone, me quedo con Gomorra. No pienso extenderme más.