Da gusto ver una película española tan bien dirigida, con todos los planos y secuencias tan buen rodados y trabajados, cosa que no abunda mucho en nuestro cine... Pero no es sólo eso, es que toda la película está igual de cuidada. El montaje es muy bueno, empezando la película con la detención de Salvador, y desde la cárcel cuenta a su abogado sus experiencias revolucionarias, intercalándose con hechos que vive en la misma cárcel (es muy interesante como se desarrolla su relación con el carcelero), para finalmente ver sus últimas horas. La música está bien, pero sobre todo está muy bien utilizada. Y toda la ambientación está muy cuidada también: dirección artística, vestuario... Amén de la fotografía. Pero además de estar tan bien hecha el guión es muy bueno, con personajes complejos... Y todo ello contando una gran historia que merecía ser contada en una película. Todos y cada uno de los actores están impecables. Daniel Brühl pasa a convertirse de promesa en realidad, pero sobre todo están geniales Leonardo Sbaraglia y Leonor Watling. Por todo lo dicho, se puede deducir que esta historia de un chico que con su muerte consiguió ser inmortal lo es más aún gracias a esta gran película. De lo mejor del cine español de los últimos años.