El tres autores que se denominan grupo Moriarty (Garaño, Arregi y Goenaga) de las destacadas "Loreak" (2014) y "Handia" (2.017) dan un paso adelante y nos invitan a ser partícipes de un thriller inmersivo en la experiencia de un republicano que se esconde durante treinta años de la represión de una posguerra inmisericorde. Antonio de la Torre se diluye en la piel del Higinio de una forma creíble y que transmite autenticidad mientras Belen Cuesta se encarga de iluminar a Rosa, la pareja de la Higinio, que durante muchos años será el único cordón umbilical con el mundo exterior.
La tensión interna del relato se complementa de forma magistral con episodios puntuales que, elegidos con un acierto indiscutible, en ubican en un etapa histórica ligada estrechamente con el miedo, el silencio, el sufrimiento y la hipocresía social. A partir de un magnífico inicio trepidante de cámara al hombro con episodios claustrofóbicos como el del pozo a modo de introducción de todo el lo que vendrá después, la trama da vueltas al escondite del Higinio, sus delirios y un instinto de supervivencia innato. Aunque las posibilidades fílmicas se limitan de forma evidente, la habilidad del guión y las magníficas interpretaciones hacen posible que una propuesta que en principio puede ser claustrofóbica y poco atractiva se convierta en una película redonda y de una duración considerable --pero no excessiva-- de dos horas y cuarto. El mantenimiento de esta fuerza y ​​tensión interna durante todo el metraje es un mérito que no se puede ignorar y quizás sería la gran prueba de fuego de una película que podría caer perfectamente en una anodina introspección.
Otro mérito que debo destacar es la perfecta complementariedad del drama con unos hechos históricos que podrían desplazar peligrosamente la línea argumental principal. Todos los episodios tienen sentido a la hora de mostrar la psicología de un personaje que circula peligrosamente por las fronteras de la desesperación y que, incluso, es capaz de mantener el amor y la lucidez.
No dude en acercarse a las salas para ver esta poderosa historia de interpretaciones memorables que cuida de forma impecable todo lo que le rodea y la complementa: desde la ambientación sobria a la vez que detalladísima hasta la fotografía o los acentos de los personajes. (8)