"Honeymoons" narra la historia de dos jóvenes parejas que abandonan sus respectivos países con la esperanza de un mundo mejor. Melinda y Nick abandonan Albania para dirigirse en barco a Italia, donde esperan vivir su amor prohibido. Vero y Marko dejan Serbia por tren en dirección a Austria, atravesando Hungría, donde el joven espera tener la oportunidad de entrar como violoncelista en la Orquesta Filarmónica de Viena. Ambas parejas anhelan entrar en la Europa occidental para tener un mejor futuro pero cuando llegan a las respectivas fronteras chocan con una realidad que no es como esperaban.

Narradas ambas historias en paralelo, la película nos ofrece a través de la pareja serbia retazos de una convivencia todavía no superada en la ex Yugoslavia, con miembros de una familia enfrentados en la boda de uno de ellos por temas políticos no superados, y nos presenta a unas nuevas generaciones mucho más tolerantes que desean romper con un pasado fundamentalista de rivalidades ancestrales para buscar nuevos horizontes que creen poder hallar en una idealizada Unión Europea.

En el otro lado, en la historia albanesa, vemos un país que después de la dictadura radical de Enver Hoxha que duró 40 años es dirigido por unas clases políticas corruptas y mafiosas herederas del anterior régimen. En ese ámbito, y en el de la incomprensión familiar, se mueven dos jóvenes albaneses que buscan un nuevo horizonte que les permita estar juntos y tener una vida mejor.

Por otra parte las respectivas fronteras que ambas parejas deben cruzan se convierten en lugares siniestros; barreras de esperanza de futuro y puertas que no se abren con facilidad. Serbia y Albania están situados en el umbral de Europa, muy cerca, pero muy lejos en muchas cosas.

"Honeymoons" es un film realista y duro, narrado con pulso ágil por el director serbio Goranj Paskaljevic y que tiene el valor añadido de ser la primera coproducción que se ha realizado entre Serbia y Albania, países fronterizos enfrentados históricamente y llenos de intolerancia y prejuicios respectivos. Pese a todo son dos naciones que tienen mucho en común, sobre todo el anhelo de ser parte de Europa, y el rodaje con equipos de ambos países estuvo presidido por un gran ambiente.

Película dura, emotiva, que te hace reflexionar, y que sobre todo es un canto a favor de la tolerancia y un anhelo a dejar de lado los nacionalismo exacerbados y los prejuicios de todo tipo.