Aunque este perro no deja de ser claramente un símbolo del racismo, realmente el trasfondo de la película no es puramente filosófico ni ético. El centro de la historia es el intento de reeducación del perro por un entrenador negro.
Si algo tiene la película es que no aburre. Engancha y querremos saber cómo termina, si el perro seguirá siendo un asesino o conseguirán domarle.
Por otra parte, aunque el argumento y los actores no sean nada del otro mundo, hay que destacar que el verdadero protagonista es el pastor alemán. Y se nota que ha debido ser difícil de filmar al ver las cosas que hace el can. Su actuación está muy conseguida, siendo bueno y adorable cuando toca, o malvado cuando sale su condicionamiento. Su aspecto feroz con esos colmillos hace que cualquiera quisiera salir pitando. Recuerda a "Cujo" de Stephen King, aunque sean de distintas razas y de distinta naturaleza su maldad.
Entretenida y con una actuación canina digna de mención. Para los pocos elementos que tiene, no está mal.