Si te gustan los juegos de rol, las aventuras fantásticas y las comedias de acción, puede que te diviertas con esta película basada en el legendario juego de mesa Dungeons & Dragons. Si no, puede que te aburras un poco con una trama predecible, unos personajes estereotipados y unos efectos especiales que no siempre convencen.

Nos presenta a un grupo de héroes que se embarcan en una misión para robar una reliquia mágica, pero que se ven envueltos en una conspiración que amenaza con desatar el caos en el mundo. El reparto está encabezado por Chris Pine, que interpreta a un ladrón carismático y arrogante, Michelle Rodriguez, que hace de una guerrera valiente y leal, Regé-Jean Page, que da vida a un mago misterioso y poderoso, y Justice Smith, que se mete en el papel de un bardo torpe y gracioso. También tenemos a Sophia Lillis como una elfa arquera y a Hugh Grant como el villano principal.

Tiene algunos momentos divertidos, sobre todo gracias al humor de Smith y a la química entre Pine y Rodriguez. También hay algunas escenas de acción espectaculares, como la del dragón rojo o la del laberinto de espejos. Sin embargo, también tiene muchos defectos, como un guion lleno de clichés, una dirección poco inspirada y una falta de originalidad. No aprovecha todo el potencial del juego de rol, sino que se limita a copiar elementos de otras sagas fantásticas más exitosas, como El Señor de los Anillos o Harry Potter.

En definitiva, Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones es una película entretenida pero olvidable, que no hará las delicias de los fans del juego ni de los amantes del cine de calidad. Le doy un 6.