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EntradayButaca rating:
8
Adventure. Fantasy. Action In the 1970s, a diverse team of explorers is brought together to venture deep into an uncharted but beautiful isolated island that goes by the name of Skull Island, in the Indian Ocean. They soon discover that the island is home to a wonder of colossal proportions — the gigantic and prehistoric ape known as King Kong, who possesses great strength and semi-human intelligence. As the team ventures deeper into the primate's territory, it ... [+]
Language of the review:
  • es
May 7, 2017
3 of 3 users found this review helpful
Deslumbrante visualmente, con una fotografía absorbente, y un trasfondo suficiente, Kong se convierte en una estupenda película de monstruos que disfrutar un sábado por la tarde en una buena sala de cine.

En un tiempo en el que ya nada nos sorprende, donde todos los efectos son posibles y parece que ya conocemos todas las tramas y enredos posibles, Kong me vuelve a mantener pegado a cada una de sus escenas esperando la siguiente sorpresa, el siguiente evento que marcará otro pequeño espectáculo visual y escénico de los que se compone toda la cinta.

Recorrer Isla Calavera es una aventura fascinante. Toda la oscuridad, asfixia, sin sentido, y aire primigenio de aquella selva que describía Conrad en su novela “El Corazón de las Tinieblas”, y toda la magia, carisma y misterio de aquella otra jungla que nos describía Alan Parrish (Robin Williams) en la entrañable “Jumanji”, parecen fusionarse para crear un universo lleno de monstruos, paisajes y terribles certezas en un entorno tan hostil como natural y aislado del curso de la evolución y la Historia.

Kong es enorme. El coloso primate luce magnífico, creíble a pesar de sus dimensiones, desgarrador y profundamente humano. En su mirada, como en la de todos los simios (hasta en los digitales) se refleja ese fondo distinguido, sentido y cansado, que hace que tengas ganas de conocer mejor a ese terrible monstruo, a ese extraordinario ser de una naturaleza tan oculta como verdadera. Porque en ningún momento tengo la sensación de irrealidad al ver a un gorila de veinte pisos de altura enfrentándose a un puñado de militares del Vietnam o mirando de frente a esa fotógrafa, a ese explorador, a esos diminutos humanos.

La belleza de cada toma, la banda sonora que acompaña a los aventureros desde los arrozales de Vietnam, la profundidad justa y necesaria de sus personajes y la química que percibes entre ellos, convierten a Kong en una gran obra en su género.

Ahora, sólo me quedan ganas de ver en acción a esa bestia tan humana frente a esas otras criaturas del Monsterverso que se avecina.
EntradayButaca
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