Average rating
5.3
Ratings
7,644
Reviews
78
Lists
12
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
- Social Networks
-
Share his/her profile
kikujiro rating:
7
6.4
870
Drama
Nogreh is a young Afghani woman living with her father and her sister-in-law, Leylomah, whose husband, Akhtar, is missing. Beyond the issue of Akhtar, Leylomah is most concerned with how to feed her baby. She cannot provide milk for her baby as her own hunger is preventing her from lactating. Nogreh, however, aspires toward a life in a western styled democracy. Although the Taliban are no longer in power in Afghanistan, traditional ... [+]
Language of the review:
- es
September 11, 2005
9 of 11 users found this review helpful
Samira no es sólo la hija del prestigioso director iraní Mohsen Makhmalbaf. Ella ha conseguido con sólo tres películas (y su participación en 11'09''01) a sus 24 años, construir una sólida filmografía. Sus películas pueden ser ya consideradas como todo un referente a la hora de mostrar las precarias condiciones de vida de su país, y de los limítrofes con él.
"A las cinco de la tarde" nos muestra la realidad del Afganistán postalibán. Un país del que apenas se habla desde la invasión estadounidense. Un país totalmente en ruinas, donde la gente debe seguir conviviendo con la pobreza, y donde conviven dos mentalidades bien opuestas: los conservadores seguidores del antiguo régimen, y los jóvenes esperanzados con la llegada de la supuesta libertad.
Libertad ficticia, porque no basta con invadir y derrocar al Gobierno de turno. La democracia es algo que no se puede imponer, y en Afganistán hay pensamientos y sentimientos muy arraigados, que no son tan fáciles de eliminar de un plumazo.
"A las cinco de la tarde" nos muestra la realidad del Afganistán postalibán. Un país del que apenas se habla desde la invasión estadounidense. Un país totalmente en ruinas, donde la gente debe seguir conviviendo con la pobreza, y donde conviven dos mentalidades bien opuestas: los conservadores seguidores del antiguo régimen, y los jóvenes esperanzados con la llegada de la supuesta libertad.
Libertad ficticia, porque no basta con invadir y derrocar al Gobierno de turno. La democracia es algo que no se puede imponer, y en Afganistán hay pensamientos y sentimientos muy arraigados, que no son tan fáciles de eliminar de un plumazo.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
La historia se centra en una joven idealista, que sueña con ser presidenta de su nación, en un lugar en el que tiene que ir a escondidas a clase, porque su padre es uno de los muchos que todavía respetan las creencias talibanes. El mérito de la directora radica en no juzgar a ninguno de sus personajes. Ella es capaz de comprender el punto de vista de un anciano que ha crecido con una cultura y unas costumbres de las que ya resulta imposible deshacerse.
Con ese estilo de casi documental se nos muestra toda la crudeza de la desoladora vida afgana. La pobreza extrema, la vida entre ruinas, la represión a la que todavía son sometidas las mujeres, el absurdo de la actuación occidental...la única que pone algo de esperanza en todo este panorama es nuestra joven protagonista (y su amigo). Pero las ilusiones que se van despertando en ella por cambiar las cosas, van desapareciendo poco a poco, hasta que quedan aplastadas por el peso de la realidad.
Una película sin concesiones, con ese tono pausado del cine iraní, en la que se ataca a todos los que permiten que siga habiendo poblaciones enteras viviendo en una situación lamentable. Y lo peor de todo, que por mucho que haya gente que quiera cambiar las cosas, eso será imposible mientras su entorno siga siendo el que es. Y no parece que eso vaya a cambiar en un corto o medio plazo.
Con ese estilo de casi documental se nos muestra toda la crudeza de la desoladora vida afgana. La pobreza extrema, la vida entre ruinas, la represión a la que todavía son sometidas las mujeres, el absurdo de la actuación occidental...la única que pone algo de esperanza en todo este panorama es nuestra joven protagonista (y su amigo). Pero las ilusiones que se van despertando en ella por cambiar las cosas, van desapareciendo poco a poco, hasta que quedan aplastadas por el peso de la realidad.
Una película sin concesiones, con ese tono pausado del cine iraní, en la que se ataca a todos los que permiten que siga habiendo poblaciones enteras viviendo en una situación lamentable. Y lo peor de todo, que por mucho que haya gente que quiera cambiar las cosas, eso será imposible mientras su entorno siga siendo el que es. Y no parece que eso vaya a cambiar en un corto o medio plazo.