Lo milagroso de esta serie es que a partir de hechos aparentemente inverosímiles todo se resuelve con lógica pura.
Una apacible madre de un infante, pasa un día de playa junto a un lago , con su hijo y su marido. Bucólica imagen, como una pintura de Claude Lorraine pero en siglo 21. Como un cuchillo desgarrando la tela de un cuadro , el cuchillo de Cora desgarra la escena lírica y la garganta de un “desconocido”.
Luego, la hipótesis de ataque de demencia o cualquier otra explicación de patología mental desaparece ante los especialistas. ..
Entonces por qué, es lo que se preguntan investigadores, la familia y hasta la misma asesina.
He aquí los hechos y la asesina. Ahora es el turno del , por suerte, empedernido investigador (un excelente Bill Pullman) de ir en contra de las apariencias y destejer magistralmente la trama que terminaría , paradójicamente, con la primera escena de la serie: el asesinato.
Nota: Chapeau tmb por Petra Hammesfahr, la autora del libro en que se basó la serie