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Spain Spain · Suances
sayko rating:
7
Horror. Action. Thriller. Comedy Every year the population of sleepy Lake Victoria, in Arizona, explodes from 5,000 to 50,000 for Spring Break, a riot of sun and drunken fun. But this year, there's something more to worry about than hangovers and complaints from local old timers—a new type of terror is about to be cut loose on Lake Victoria. After a sudden underwater tremor sets free scores of the prehistoric man-eating fish, an unlikely group of strangers must band ... [+]
Language of the review:
  • es
February 12, 2022
6 of 6 users found this review helpful
Alexandre Aja no ha inventado nada ni lo inventará jamás, pero hay que reconocerle un buen hacer ejemplar y un pulso fílmico envidiable. Si ya nos dejó sentados con Alta Tensión y aplaudiendo con los huevos tras su remake de Las Colinas Tienen Ojos, infinitamente mejor que la original de Craven, aquí nos da la perfecta película veraniega para el pajero cinefago. Dejando de lado el grandísimo guión original de ese señor nunca bien ponderado que atiende al nombre de John Sayles, Aja nos lleva a las vacaciones de primavera del arquetípico pueblo yanqui con lago, solo que al jolgorio se suman unos peces más feos que un centollo con pegatinas y con más hambre que la que podamos tener cualquiera de nosotros tras ir de farra 3 días seguidos. Y se lía gordísima, claro, porque los pescados son unos guardianes de la moral y no soportan que la gente esté por sus aguas en bañador y trasegando como si las resacas no existieran.

La cosa no entra a piñón, como es normal en Aja, que sabe manejar los crescendos como pocos, y entre homenajes (Richard Dreyfuss cantando la canción etílica de Tiburón, camisetas y diálogos sobre los Pixies, etc etc), pezones como lonchas de mortadela y amagos de esos en plan ¨¡uy, que susto!¨ pero luego nada. Se llega a un clímax ENORME que puede ser perfectamente una de las cosas más bárbaras pasadas en salas comerciales desde los loquísimos setenta (Italia no cuenta, que ahí están enfermísimos): el fiestón en medio del lago se convierte gracias a la presencia de las pirañas y el buen hacer habitual de Greg Nicotero y Howard Berger en un festival de cosa loca de la buena. Es impresionante, de verdad. Da gusto ver tantas barrabasadas filmadas así. Porque aquí toda la carne, que era mucha y en forma casi siempre de teturcia, termina mutilada, de una forma u otra, incluyendo cameos splatter de Eli Roth y actrices porno. Y para colmo, con eso del montaje paralelo, Aja nos deja un yate con fiestón de los buenos (tetas, guiskas y alpiste de ministro) que deriva en el clásico ¨barco atrapado y sus ocupantes jodidos¨, que no deja de ser una excusa para darle una muerte horrible y harto desagradable al tontaina de turno.

Por lo demás, un plantel de ilustres secundarios y acabados (la Shue igual de guapa que siempre, Ving Rhames tan competente como de costumbre, Dina Meyer aún sin pechos, Christopher Lloyd revolucionado y el hermano gemelo de Julián López aka Vicentín, Adan Scott), vómitos al espectador en espectacular 3D, escenas de fauna marina nunca antes descubierta o filmada (el nabo submarino), parodias de los anuncios de perfume y similares (la grabación con música clásica de las chicas desnudas nadando) y el no esperado susto final ochentero, tan en boga por aquel entonces y que te hacía derramar siempre las palomitas sobre tu abuela de pequeño y el copazo o la droga sobre tí mismo actualmente.

Ah, y la mejor línea de la década: ¨¡un pescado con tetas!¨. Que también sirve para definir lo que todos los hombres creemos que es una sirena.

La casco un 7.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
sayko
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