Con el reloj en contra y una fotografía imponente nos sumergimos en lugar donde el tiempo es el pago de todo y la avaricia de todos. La narrativa es típica de películas y libros de aventura con un perseguido y una misión por cumplir que termina exitosa, ahora, ¿qué es el tiempo para nosotros? Es valioso para cuanto se sepa que queda, erróneamente para cuanto se especula que queda. El tempo de la armonía, el tic tac inquietante del reloj, de lo lento en cuanto se espera, y lo rápido en cuanto se ignora. Entonces, según está película, ¿el tiempo es lo que hacemos con él, o lo que se detiene cuando lo observamos con rigor? Digamos que algo de uno y algo de otro, puesto que no se puede ignorar que pasa, pero tan poco se puede observar con detenimiento. En conclusión, no es vivir, sino entender cómo se tiene que vivir.

Mi nota es 4.7/10.