Realmente ha sido una decepción, he leído los tres libros de la trilogía de El Silencio de la Ciudad Blanca, sabía que no tenía que ir con muchas expectativas, pero no me imaginaba que se cargaran el libro de esta manera. Que Belén Rueda fuera quien representara al papel de Alba (mujer de 40 años que acaba de quedarse embarazada) no me convencía, pero eso ha sido lo de menos. El guión nefasto, los actores malos de narices (exceptuando a Javier Rey), los momentos que supuestamente eran tristes daban vergüenza ajena. Te desvelan quien es el asesino al cabo de media hora, lo cual no tiene ninguna gracia, no hay suspense, ni magia, ni química entre los actores. No se cuenta la historia de ningún personaje, no hay contextualización... Una de las características más importantes del libro es que se van contando dos historias de forma paralela, jugando con el pasado y el presente, el lector va descubriendo qué es lo que une a esas dos historias hasta que se desvela en su imaginario quien es el asesino. Parece un resumen del libro ya que las cosas pasan demasiado rápido y no se termina de profundizar en ningún tema, personaje o emoción, yo que me he leído el libro iba un poco perdida, no quiero ni imaginar la sensación que debe de haber sentido una persona que no tenía ni idea de la historia. Me da mucha pena que la autora haya dejado profanar su maravillosa historia de esta manera...