Tenía 7 años el día en que fui a ver esta película al cine. Salí de la sala simplemente fascinado. Fueron tales las sensaciones que esta película despertaron en mi, que quise sentirme parte de la película. Jugué a ser dinosaurio, a ser presa de ellos, pedí en navidades todo tipo de juguete que estuviera relacionado con la película...hasta me dio por estudiar y aprenderme nombres de dinosaurios y sus características!

Recuerdo que un amigo, tenía la película en VHS. Siempre que venia a casa la traía, porque a el, como a la mayoría de los niños de mi generación, también le gustaba muchísimo. Así fue convirtiéndose poco a poco en una de las películas que más veces he visto en mi vida, hasta el punto de llegar a memorizar gran parte de sus diálogos...

Los 120 minutos de cinta, pasan volando. Es un film cargado de ritmo, una historia bien narrada con mucha coherencia que enlaza cada una de sus escenas. No hay tiempo de parpadear, no hay un solo minuto de desperdicio. La fotografía es fantástica, los paisajes que nos brindan las islas de Hawai son simplemente espectaculares. Si a todo esto le sumamos unos efectos especiales que, 20 años después siguen manteniendo el pulso con las mejores cintas, y la inconfundible "mano de Spielberg" capaz de disparar la esencia de sus películas directo al corazón del espectador, tenemos como resultado una superproducción que no defraudara a aquellos que gusten de ver buen cine.

Hoy tengo 25 años y ver esta película me emociona tanto como el primer día. Por todo esto y muchas cosas más, es una de mis películas favoritas.