Entretenido film de intriga, inscrito de hoz y coz en el género negro, realizado por un Don Siegel que ya estaba en lo setenta en su prácticamente última etapa, llena de films comerciales de valía y éxito, aunque, como en este caso, no fueran de especial calidad.
Digamos que es interesante en la medida en que la atención del espectador no decae, aunque es cierto que según pasan los minutos la trama se va haciendo más y más increíble o poco verosímil, como prefieran.
Pero, como digo, está bien realizada, entusiásticamente interpretada por un Michael Caine todo terreno y con unos villanos de postín.
Pero no deja demasiada huella, siendo inferior a otros títulos del maestro.