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Spain Spain · Pasajero 58
floïd blue rating:
10
Film noir. Thriller Glenn Ford stars as FBI agent John Ripley in Blake Edwards's only foray into the thriller genre. When bank teller Kelly Sherwood (Lee Remick) is confronted in the garage of her San Francisco home by a mysterious man (Ross Martin) suffering from asthma, he threatens to kill her teenage sister, Toby (Stefanie Powers), and possibly her if she fails to deliver $100,000 to him from the bank where she works. Although nearly paralyzed with ... [+]
Language of the review:
  • es
October 26, 2009
33 of 39 users found this review helpful
Acerca de este interesante film podría indicarse que Blake Edwards, después de hacer este Chantaje contra una mujer, se dedicó a hacer películas de humor como las de la Pantera Rosa, El guateque, etc, novedosas y divertidas pero que para muchos es un género menor. Para Edwards no era un género menor, ya que en sus comedias cuidaba y mucho a sus personajes dotándolos de fondo y carisma. Edwards no hizo más que alternar géneros como otros muchos genios del cine, incluyendo el drama, y justo en el cine negro con este Experiment in Terror quedó patente el magnífico profesional que era. Un cineasta que pasa a ser uno de esos directores favoritos a tener siempre en cuenta.

En Chantaje a una mujer no hay humor y dicen que había copiado algo de Hitchcock. Ese tipo de afirmaciones están tan extendidas que cualquiera puede aplicarlo a quien quiera, de cualquiera y para cualquier film. Es un comentario poco fiable, pero bueno, puede ser, porque Ross Martin, vestido de vieja, de luto riguroso, parece la madre de Norman Bates; es verdad pero eso no quita lo inquietante de sus imágenes y que en el cine, siempre alguna escena tiene que parecerse a miles de escenas de otras películas. El inicio con esa música tan característica del cine negro a cargo de Henry Mancini y los coches rodando por las calles en la negrura de la noche con las luces discontinuas del alumbrado entre los altos edificios de la ciudad, es la mil veces repetida en las películas de esta índole de los años 40/50.

Tanto Lee Remick como Glenn Ford realizan una excelente labor, algo indiscutible, aportando él profesionalidad como policía encargado de resolver el chantaje, y ella belleza, miedo y sentimientos. Los diálogos tan cortantes y tajantes marcan el ritmo tenso de las imágenes. Sigue el argumento sin abandonar en ningún momento el suspense y el aspecto tenebroso del buen cine negro.

¿Por qué esa extraña mujer ponía su propio rostro a los maniquíes? No lo explican. He ahí el momento en el que los diálogos tocan lo sugestivo (interesante encuentro entre Glenn Ford y esa mujer) y ejemplo de otros caminos desconocidos que se cruzan pero que se quedan en el aire.

Genuina muestra de un cine indispensable que no puede pasar ignorada.
floïd blue
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