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Antonio Morales rating:
7
Drama Venice, 16th century. Bassanio asks Antonio to lend him 3,000 ducats so that he may woo Portia, heiress to her father Belmont’s fortune. Antonio is rich, but his money is tied up in foreign ventures. He therefore turns to Shylock the Jew, who has been waiting to take his revenge on Antonio for some time. Hence the frightening bond: if the money is not paid back within three months, Shylock will be given a pound of Antonio’s flesh. ... [+]
Language of the review:
  • es
March 3, 2013
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A Shakespeare es difícil enmendarle la plana. Al mejor escritor (exceptuando Cervantes) de la historia, sólo se le puede adaptar desde el respeto a la letra (“Romeo y Julieta” de Zeffirelli) o desde la transgresión más absoluta (Buz Luhrmann). Únicamente un cineasta pudo combinar ambas aproximaciones sin salir damnificado, y fue un genio, Orson Welles, que siempre recurrió al dramaturgo inglés para reflejarse en él como artista irrepetible, hurgando en las profundidades de su obra como quien escarba en sus cicatrices mientras esboza una sonrisa de complicidad. No es éste el caso de Michael Radford, director rutinario que no obstante ha dado lo mejor de sí mismo en esta versión muy respetable de la obra.

Radford, que también figura como guionista adaptador, demuestra que conoce la obra al dedillo y al mismo tiempo es consciente de sus limitaciones como realizador. Venera el texto y se doblega ante él como un vasallo que lo hubiera leído miles de veces, sabiendo que páginas saltarse para beneficiarse de sus atractivos cinematográficos. Se rodea de un lujoso diseño de producción, cuida la luz contrastada de sus claroscuros y se entrega a sus actores. Shakespeare es, siempre, un festival para el actor, porque pone en bandeja de plata un material de partida intenso, que puede hacer decantar la balanza hacia la contención o hacia la sobreactuación.

Así las cosas, el “Shylock” de Al Pacino es más que una lección interpretativa, se esfuerza en limar sus excesos para componer un personaje devorado por su propia mezquindad en un contexto histórico en el que los judíos, empujados por la hostilidad que despertaban en la sociedad de la época, eran los apestados, los “malos” de la película. Radford muestra el antisemitismo de la obra desde la humanidad que oculta el comportamiento de Shylock. Ahora no es sólo un ser moralmente deforme sino un ser moralmente herido, con un Pacino tocado por la varita mágica del gesto acertado y de las palabras carcomidas por el rencor. Al reparto se añaden dos magníficos actores como Jeremy Irons y Joseph Fiennes. Por lo demás, tampoco hay sorpresas. Ni falta que nos hace: sabemos que ocurrirá con el cuarto de libra de carne que reclama el avaro Shylock. No es fácil mantener esa magia y Radford lo ha hecho desde la modestia.
Antonio Morales
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