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Antonio Morales rating:
6
8.1
6,321
Documentary An extraordinary montage of urban Russian life in 1929, showing the people of the city at work and at play, and the machines that keep the city going. It was Dziga Vertov's first full-length film, and he used all the techniques - dissolves, split screen, slow motion and freeze-frames - to produce an exhilarating and intellectually brilliant feature.

Language of the review:
  • es
January 25, 2017
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Encendido admirador de las corrientes futuristas y bajo el seudónimo de Dziga Vertov, el joven Denis Káufman de origen judío fue redactor jefe del primer noticiario cinematográfico de actualidades soviéticas “Kinonedelia” (Cinesemana). Junto a su hermano Mikhail (el cámara) y su esposa Yelizaveta Svilova (su ayudante), Vertov formó “El consejo de los tres”, políticamente apoyado en las tesis del partido comunista. Más tarde a través de su manifiesto “Kino-Glaz” (Cine-ojo), sentó las bases de su manifiesto estético anti burgués, desautorizando los films teatralizados sin excepción en favor de la utilización de imágenes firmadas de la vida real. En 1929 filma esta obra maestra de la vanguardia del cine Soviético, “El hombre de la cámara”.

Que yo la entiendo así. Sobre una cámara gigante que mira a la audiencia, se encuentra el cameraman (su hermano Mikhail). El cine inicialmente vacío se llena de público, las luces se apagan, todo está preparado; el director mueve la batuta, la orquesta comienza a tocar y la película se inicia. Dividida en seis capítulos donde la verdadera estrella es el ojo de la cámara: su viaje es tan trepidante como la ciudad filmada, así es la vida. Y en esa ciudad todas las temáticas del cine exaltando a la Unión Soviética hacen su aparición: éxito colectivo, constructivismo, industria, trabajo, educación, e incluso, cultura. Estudiar el film es como encontrar lo que sería el cine absoluto, una síntesis entre el movimiento de la imagen y su deconstrucción, los efectos especiales, la animación, el montaje, la vida.

El ojo de la cámara filma desde todos los ángulos y en todos los lugares, incluso desde un cesto suspendido por una grúa recogiendo la realidad que le rodea, frente a la visión imperfecta del ojo humano. Sin parecerme la obra maestra que muchos apuntan, la verdad es que la encuentro interesante por el valor testimonial, como documento histórico entre los diversos estilos y tendencias artísticas, el resto es una teoría más que discutible a día de hoy, pero que considero estimulante para el conocimiento de cualquier cinéfilo que se precie. Es la película soviética más estudia y proyectada en las escuelas de cine. La versión editada en DVD en 2014, está remasterizada y musicalizada respetando las directrices del autor en su estreno inicial de 1929, luego digitalizada en 2010, tras rescatarse de un original en Holanda, llevada en 1929 por el propio cineasta.
Antonio Morales
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