Por si no hubiera sido suficiente el encontronazo bochornoso entre Greg y los padres de su novia (sobre todo con su encantador suegro, ex-agente de la CIA convencido de que puede espiar impunemente a quien se le antoje), en esta ocasión llega el amenazador encuentro entre los consuegros.
Los padres de la chica más un nietecito van a pasar un fin de semana en la casa de los Follen. Inútiles resultan las súplicas de Greg a sus excéntricos padres para que éstos se comporten con "normalidad". No tardan en comenzar los roces y las situaciones ridículas, mientras la relación que se va forjando entre los padres de Pam y los de Greg chirría por los enormes contrastes y Greg empieza de nuevo con mal pie.
Robert de Niro repite en un papel absolutamente odioso (que él borda a la perfección), como padre de familia excesivamente paranoico y celoso. Dustin Hoffman y Barbra Streisand están a sus anchas como hippies ricachones que disfrutan de la vida sin complejos.
Ocurren muchas cosas disparatadas mientras el ambiente se va enrareciendo cada vez más y se va volviendo insostenible.
Tal vez a menudo se pasa de chocante y de absurda y no es gran cosa, pero al menos es divertida.