Missy ( Catherin Keener ), esa actriz que nos ha regalado tantas comedias, en esta cinta es la que más miedo da. Creo que desde hoy cada vez que vea una taza de té me va a pasar como a Chris y me voy a volver loca. Impresionantes imágenes cuando le hipnotiza sin que él se de cuenta. Verte dentro de tu mente, y no sólo eso, sentir que caes y no poder hablar. ¡ Maldita la cucharilla y ese sonidito !. La verdad es que la tercera vez que lo escuchabas te volvías loco.
Brillante el guión. Sobre todo porque estás sospechando mil cosas durante todo el film, pero yo me quedé "a cuadros" cuando Chris descubre todas las fotos de Rose con sus "cebos" negros...me encanta esa parte.¡ Qué mente más maquiavélica señor Peele !
Y el final es brutal. Siempre nos quedan los buenos amigos, sobre todo entre negros. Me recuerda un poco a la tercera parte de "La purga", cuando los negros dicen..¡ no te metas con mis blancos!. Magnífico final sin duda. Seguro que si los protagonistas hubieran sido blancos estarían todos muertos.
Una genialidad también la simbología del ciervo. Desde la antigüedad y variando un poco su significado dependiendo de la época, el ciervo representaba la renovación perpetua de la vida y de las estaciones, gracias a la cornamenta.
El guión es una tela de araña que te termina atrapando con imágenes, música y un gran trabajo de los actores, sin recurrir al susto fácil, o a los monstruos de artificio. Aquí son humanos y eso es lo que más miedo debería darnos.