"Project X" arranca de una forma muy convencional. Casa libre, chico responsable pero apocado que se deja influenciar por un amigo algo más bocazas y que montan una fiesta que, las redes sociales, que las carga el diablo que dirían las abuelas, popularizan hasta un extremo de que hubiera sido complicado tener tanta gente en una plaza de toros, mucho menos en una casa.

Nima Nourizadeh dirige el film desde la óptica de uno de los amigos del chico, que pese a su mutismo y peculiar personalidad, permite que como espectadores, lo vivamos todo como asistentes. Eso es un mérito adicional que hace perdonar algunos chistes escatológicos y el desfile de alcohol, música alta y baños en la piscina en pelotas.

El film además tiene el mérito de que, pese a todos los tópicos posibles, no deja de ofrecer un cierto halo de que todo va a terminar muy mal... aunque es inevitable para la personalidad bastante frágil del protagonista, espoleado especialmente por su amigo Costa (debut de Oliver Cooper como actor) y a quien más de uno sentirá la tentación irrefrenable de introducirle la copa que siempre lleva en la mano por cierta parte de su organismo para ver si se calla.

Basada remotamente en hechos reales, "Project X", permitió a sus guionistas volverse locos y vaya sí se toman eso al pie de la letra, incluyendo a un camello timado en la fiesta con un lanzallamas convirtiendo el barrio residencial en una frontera medieval, o a ese simpático secundario amigo de Jack Sparrow en un enano que solamente sabe pegar puñetazos en los testículos y estar cabreado (y los otros fiesteros como son muy lúcidos, encuentran la gran solución de meterlo en un horno... para concluir su venganza, este indigno heredero de T. Lannister lanza el coche del padre del prota a su piscina).

Y mientras muchos pensamos que el personaje de Dax, el improvisado cámara, mucho más siniestro de lo que parece, al final, dudamos no de que haya un mensaje moralizante al final... todo lo contrario, hay, pero más bien al otro lado, que el éxtasis (no el de Santa Teresa, que también precisaría de investigaciones) no tiene consecuencia alguna y Kirby te perdonará que intentes ponerle los cuernos con la buenorra de la clase cinco minutos después de enrrollarte con ella.

Hasta tu progenitor te pasará la mano en el hombro de forma orgullosa por haber sido tan macho alfa...

"American Beauty" demostró que con conceptos muy trillados se podía hacer una gran película de una sociedad adolescente y no tan teenager... "Project X" no logra superar esa barrera y es otra estúpida película americana con algún momento bueno.