Contar con un actorazo como es Kevin Spacey y no aprovechar la ocasión fue un fallo del director Jonas Pate. ‘Shrink’ es el segundo largometraje de éste director que debutó hace 14 años con ‘Deceiver’ y es conocido por series de televisión como ‘Surface’. Un correcto e interiorista drama sobre un terapeuta de Los Ángeles que la mayoría de sus pacientes son famosos con depresión o trastornos obsesivos compulsivos. El principal problema del filme es que no se profundiza demasiado en la psicología de los personajes, y su desarrollo se hace pesado y previsible en algunos momentos.

Kevin Spacey con dos Oscars en el bolsillo por ‘The Usual Suspects’ y ‘American Beauty’ realiza una interpretación algo contenida pero intensa, con un rostro siempre de amargura impostada. El resto del reparto lo componen un estupendo Dallas Roberts, Keke Palmer y un Robin Williams que te deja con gana de más.

Lo mejor: su visión ácida sobre el mundo de Hollywood.

Lo peor: que la aparición de Robin Williams sea tan momentánea.