Comedia dramática, patética, adaptación de la novela autobiográfica de Augusten Burroughs, a veces hace reír pero no tiene ninguna gracia y tampoco se justifica que el filme dure dos horas interminables. Como dijo alguien: "no la vea a menos que tenga curiosidad por saber cuán mala puede ser una película". O como dijo alguien más: "Creo que es imposible juntar en una sola película tal cantidad de cretinos, egocéntricos y tarados........" Y estas locuras no son creíbles, no son cómicas, son penosas, exageradas, patéticas y sin sentido. Pero hacen acordar a "Los locos Adams" y, en los años 70, ironizan sobre la psiquiatría y nuestro mundo caótico y nada racional. Lo positivo: el joven protagonista logra escapar de una familia "disfuncional" y de un psiquiatra loco, nosotros deseamos hacer lo mismo, es decir, olvidar. Si hay algo gracioso es sólo que el perro del psiquiatra se llama "Freud".