Una comedia satírica sobre la colonia diplomática británica en algún país de África, aquí llamado Kinjanja, recientemente independizado. La trama se construye sobre las conductas de los representantes británicos quienes, en particular el secretario del Alto Comisionado, Morgan Leafy (Colin Friels), tiene algunos enredos debidos a la cultura local y a la estupidez de su jefe Arthur Fanshawe (John Lithgow) y la eventual llegada de la visita de una duquesa inglesa que tiene "el puesto nº 42 en la sucesión al trono británico". Simpático y sólido es el papel del "buen hombre", Sean Connery, que ejerce de médico y juega al golf con el protagonista. Una buena actuación de un candidato a presidente local, Louis Gossett. Insignificantes los roles femeninos y las vueltas de la trama, junto con un final arbitrario y abrupto. Demasiado intrascendente, pero puede llegar a producir algunas sonrisas.